
UNIVERSIDAD
DE HUELVA
POR QUÉ ESTUDIAR DERECHO
1. Es una de las carreras que más puertas profesionales abre.
Y no sólo en el área estrictamente jurídica, sino en la económica y en otros muchos ámbitos en los que es importante estar familiarizado con las leyes y el derecho: marketing, emprendimiento, consultoría, política o la administración pública.
2. El Derecho está presente en todas las realidades humanas.
Esa versatilidad tiene que ver con su carácter omnipresente: el Derecho está en todas partes y en todas las fases de la vida del hombre, desde que nace hasta que muere -en el registro-, pasando por el matrimonio, detrás de un terreno cultivado en el campo hay una escritura de propiedad, detrás de un ordenador hay un Reglamento de Protección de Datos etc.
3. Y está para resolver problemas.
El Derecho regula la convivencia y la actividad humanas. Nada escapa a leyes, reglamentos, tratados, contratos… lo que hace el Derecho es resolver problemas, aportando soluciones que marca la Ley.
Pocos saberes tienen una dimensión tan práctica y útil para la convivencia humana.
4. Y hacer justicia.
Sin el imperio de la ley, la igualdad de todos ante la misma y el Estado de derecho, la sociedad estaría sometida al predominio del fuerte sobre el débil.
Al solucionar problemas se hace Justicia y al mismo tiempo el Derecho regula una serie de garantías para asegurar procesos justos, que eviten que el inocente sea castigado.
5. Hace progresar a la sociedad, al marcar las pautas del comportamiento general.
Las normas pueden ser modificadas y adaptadas a la realidad social por aquellas personas conocedoras del Derecho, que pueden hacerlas más justas y colmar lagunas previas.
Las normas jurídicas logran condicionar las acciones de los seres humanos y las empresas y marcan las pautas generales del comportamiento social.
6. Las nuevas tecnologías necesitan juristas especializados.
El Derecho se adapta a las nuevas realidades y trata de responder a los retos legales que plantean, por ejemplo, la inteligencia artificial o la cyberseguridad.
Esos desafíos requieren profesionales que posean a la vez formación jurídica y cualificación tecnológica. Es el caso de nuevas profesiones como los abogados especialistas en derecho digital, peritos judiciales informáticos, juristas especializados en drones y ciberseguridad o Delegados de Protección de Datos.